El pasado 5 de junio, la
Escuela Normal Juan Demóstenes está conmemorando 72 años de haber iniciado
labores como institución formadora de maestros en la modalidad de educación
primaria. Institución que se distingue con el nombre “Juan Demóstenes Arosemena” en homenaje
a su gestor y realizador. El primer centro educativo secundario completo,
especialmente destinado a la formación de maestros de enseñanza primaria,
establecido en el interior de la República. A lo largo de sus años de
existencia, el plantel ha registrado varios cambios en su organización interna,
ha cumplido primordialmente la misión especializada par la cual fue concebida
esta entidad, es forjadora de profesionales de la educación los cuales se
proponen servir al país en toda la extensión.
La creación de la Escuela Normal en Santiago,
fue considerada como el inicio de un proceso transformador no solamente en los
campos de la educación sino también en el desarrollo integral de las provincias
interioranas y en consecuencia, de toda la nación panameña. Como cualquier otra
iniciativa dirigida a romper los moldes tradicionales y señalar nuevos rumbos,
la obra fue duramente cuestionada en sus inicios, pero también amplia y
sólidamente apoyada tanto por la mayoría de los más autorizados educadores como
por políticos, economistas, sociólogos y otras personalidades de diferentes
disciplinas. Pero con rapidez impresionante, su labor ganó terreno en todos los
sectores de la opinión nacional, hasta merecer la aprobación prácticamente
unánime de la comunidad.
Durante incansable labor, la Escuela Normal
Juan Demóstenes Arosemena ha formado miles de maestros y maestras. Un alto
porcentaje de sus egresados siguen rumbos diferentes, para convertirse en
profesionales de la educación, medicina, el derecho, la ingeniería y otras
profesiones. Pero la mayoría de ellos, consagran sus capacidades y energías a
las labores docentes, tanto a nivel de la Educación
Básica General, Educación Media Académica, Profesional y Técnica y
Universitaria. Por ello, la mayor parte de los trabajadores y
dirigentes de la educación panameña, desde hace varios lustros, deben alguna
parte de su formación al centro educativo creado hace varios años, visión del
estadista Juan Demóstenes Arosemena, que hizo posible su creación.
La influencia de la Escuela Normal Juan
Demóstenes Arosemena ha superado ampliamente el ámbito de la educación. Su
influencia, directa e indirecta, se ha hecho sentir en todos los aspectos de la
vida nacional, y especialmente de las provincias centrales. Puede afirmarse que
esa institución ha promovido el desenvolvimiento de una nueva etapa, más
integracionista y desarrollista, en la vida del país, que hasta hoy, como
señaló su fundador, había concentrado en la región metropolitana la casi
totalidad de su centralizada existencia.
Declarada “Monumento
Histórico Nacional” por su significación socioeconómica y
política y por la monumental riqueza arquitectónica de su estructura material,
la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, de Santiago, constituye una de las
instituciones docentes de mayor importancia para el pasado inmediato, el
presente y el porvenir de la República.
Antecedentes de la construcción de la Escuela
Normal Superior Juan Demóstenes Arosemena.
La Escuela Normal de Santiago de Veraguas ,
fue soñada por un gobernante recién iniciado su período presidencial, allá en
la vieja población, heredera de una tradición que podríamos llamar
auténticamente panameña por su labor colonial, en el mismo corazón de una
república joven y por lo mismo sin explotar, en el mismo corazón de regiones
ricas en oro y minerales diversos, rica en bosques, rica potencialmente para la
agricultura por su feracidad, en Santiago de Veraguas alejada del tumulto
cosmopolita de nuestra ciudades del Canal, mixtificada éstas cada vez más por
la influencia del elemento extranjero. En ese Santiago, el Presidente creador
vio, en un sueño inspirado, levantarse una gran urbe que recogiera y amalgamara
todo lo verdaderamente nacional. Era una razón de Estado y un deseo patriótico
de los padres de ese sueño. Razón de estado, porque la República no podía
seguir convirtiéndose en dos ciudades situadas sobre una zona estratégica, la
más codiciada del mundo, y por mismo, sujeta a las eventualidades nada
imposible de una guerra.
Razón de estado, porque en un país donde el
campo se abandona, la miseria está en perpetuo acecho y la decadencia política
con respecto a otros estados hace más peligrosa la vida de la nación.
Se ha alzado un gran centro Educativo en
Santiago de Veraguas. El gran sueño que pareció, a gran número de personas, una
locura, es hoy considerado, hasta por los más escépticos, como un triunfo
definitivo. La Escuela que se creyó iba a quedar vacía por muchos años, antes
de inaugurarse, una matricula tan elevada que puede decirse, ya es una
realidad.
Pero esta Escuela, ya chica, es una de las más
grandes de América. Su porte majestuoso no puede menos que sorprender a quien
la contempla. Sus contornos nos hacen revivir la época de la Colonia, porque
viene a poner una nota de sabor español en la típica población panameña. Puede
afirmarse que artísticamente La Escuela Normal de Santiago es toda una
majestuosidad, por lo que se le declarada monumento histórico, mediante la Ley
54 de 12 de diciembre de 1984.